Ciudad de México.- ¿Cómo se gana una el derecho de llamarse artista?, ¿naces, te haces, lo compras?, cuestionó Mon Laferte al compartir esta semana detalles íntimos de su vida a través de sus redes sociales y reclamar su lugar en la escena artística.
«No fui a la universidad y no tengo título de artista ni de catedrática ni de ná, pero la necesidad te enseña a ser más creativa, arreglártelas y a no pedir permiso ¿se imaginan hubiera pedido permiso? Yo estaría muerta», refirió la chilena, quien reveló que el canto y la pintura le salvaron la vida.
«Fui violada a los 7 años, a los 11 empecé a tomar, fumar cigarro y consumir marihuana, probé la pasta base a los 13, estudié en la D.320, almorzaba en la escuela y solo llegué a octavo básico», soltó al mundo la ganadora de cinco premios Grammy.
Abuso sexual, precariedades, acoso, enfermedades, y una tabla de salvación en la televisión de su país hasta su llegada a México son parte de la historia que compartió con sus millones de seguidores.
«Toqué cientos de puertas, viví en sillones, (…) me cagué de hambre. Tuve depresión, me intenté matar dos veces, he sido alcohólica, me tuvieron que dar comida en la boca por los temblores de la abstinencia, no podía ni vestirme sola, pero a las dos semanas me paré y volví a trabajar, empastillada, y aún con depresión, me levanté”, dijo.
«He sido una mujer muy triste, realmente muy triste y lo único que sé hacer es trabajar, ¿pero saben qué también hice durante todo este tiempo? Yo pinté y bordé y lloré mientras pintaba, mientras la música me daba para comer, la pintura me salvaba de toda la mierda que tuve que pasar», confió.
«Fui a un museo por primera vez en México a los 30 años, antes de eso no conocía nada de ese mundo, yo lo veía lejos, sentía que no pertenecía.
«Tengo ocho discos publicados, más de mil obras como artista plástica, pero hasta el día de hoy me siento como una intrusa», confesó la autora de éxitos como Tu falta de querer, Mi buen amor, Amárrame y Beautiful al compartir varias de sus pinturas.
«A veces pienso que todo mi arte es una mierda, y no solo dudo como artista, dudo de mí también como mamá, dudo de todo, porque siempre me dijeron que no valía y yo me la creí, pero avanzo igual, porque lo único que sé hacer es trabajar y amar, amar el arte como lo único que me ha salvado la vida», indica.
«No ando queriendo ocupar el espacio de nadie, pero tampoco voy a andar disculpándome por ocupar el mío. Aquí tienen mi historia y ¿saben qué? Si esto se trata de meritocracia, entonces yo me lo merezco todo”, concluyó.
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