Salvador Flores Durán
Oaxaca de Juárez, Oax.- Con el propósito de reivindicar los derechos de los pueblos negros, luego de 40 años de lucha, en septiembre de 2024 fue creada la Afrouniversidad Politécnica Intercultural, en la región de la Costa oaxaqueña.
«Nuestra universidad tiene el espíritu de reivindicar los derechos de los pueblos negros. La institución nace de un movimiento que intenta visibilizar a los pueblos negros, que han sido invisibilizados desde su llegada a nuestro continente», explicó en entrevista el rector Heladio Reyes Cruz.
Ubicada en el municipio de Santa María Cortijo, a solo unos minutos de la frontera con el estado de Guerrero, la Afrouniversidad es la primera en su tipo en México y Latinoamérica.
Actualmente ofrece tres carreras: Gastronomía, que trata de recuperar la cultura afroamericana en cómo transformar los alimentos; Sistemas Productivos Sustentables, que trata de enseñar a los estudiantes cómo producir sin contaminar tanto; y Gestión Cultural, que tiene como objetivo fortalecer la identidad cultural.
Cuenta con 74 estudiantes, apenas en su segundo cuatrimestre, y hay muchas expectativas de crecimiento. En unos meses más será inaugurado su edificio, construido con recursos federales, en un terreno de 20 hectáreas donado por la comunidad de Santa María Cortijo.
La institución tiene clave de registro ante la Secretaría de Educación Pública (SEP), que para su operación en 2025 le asignó 12 millones de pesos, y nueve millones de pesos más para concluir la infraestructura ya comenzada.
«Los pueblos negros han sufrido las peores condiciones de vida en el país. Hay que entender que dentro de los niveles de marginación están los indígenas, y por debajo de los indígenas están los pueblos negros”, indicó Reyes.
El Rector explicó que cuando los esclavos negros fueron traídos de manera forzada a nuestro continente y a nuestro país, lo primero que hicieron los españoles esclavistas fue separar a las familias. Aunque venían ciudadanos o esclavos de una familia o de un pueblo, lo primero que hacían era separarlos con el objetivo de que no pudieran comunicarse entre ellos.
“El primer efecto sobre ellos es la pérdida de la lengua. No puedes practicar una lengua con personas que no son de tu comunidad. Hay que recordar que África es un continente, y hay muchos pueblos, muchas lenguas, por lo que los esclavistas desorganizaban cualquier subregión, no permitiéndole la comunicación», refirió.
«La lengua, que es una de las actividades más importantes dentro de la cultura, pues fue rota desde el inicio”.
Un pueblo sin territorio
Reyes Cruz explicó que, a diferencia de los pueblos indígenas que llevan en América milenios, y en nuestro país tienen territorios, “con el pueblo negro no pasa eso, porque ellos fueron traídos a un territorio que ya tenía dueño; entonces, ellos son un pueblo al que le fue cortada su cultura y un pueblo sin territorio”.
Precisó que hay una zona más o menos definida como el pueblo negro, pero legalmente no existe un territorio afroamericano, no existe un territorio negro, porque legalmente no es posible hacer eso.
Puso como ejemplo a Tututepec, que es un pueblo muy extenso, y fue el centro del pueblo indígena, el pueblo mixteco, durante muchas generaciones. “Ahora hay once comunidades negras; sin embargo no se puede decir ‘este territorio es negro’, porque ya es un territorio indígena”.
En ese sentido, reconoció que actualmente hay una controversia legal y formal; “hay que definir en acuerdo, en consenso, pueblos negros y pueblos indígenas, desde la academia, las instituciones, los lideratos comunitarios, cómo ir conformando de manera formal, legal, lo que sería el territorio afroamericano en nuestro país, incluyendo la costa chica de Guerrero y Oaxaca, pero también en otros estados que tienen pueblos negros: Veracruz, la propia Ciudad de México, Coahuila, Michoacán, Morelos, en donde también llegaron esclavos que ahora ya hacen comunidad.
«Los pueblos negros en Oaxaca y en el país son comunidades hasta cierto punto ignoradas, legalmente marginadas y discriminadas. Y eso los ha discriminado de todo el desarrollo, de la salud, la educación, el trabajo, las fuentes de empleo”.
Además, dijo, también sufren de violencia contra la mujer, violencia contra los niños.
Educación para el desarrollo
La Afrouniversidad “no solamente va a atender los asuntos de educación, sino que está pensada y diseñada para tener una vinculación muy fuerte con la comunidad, pues va a generar un desarrollo en la región tomando como punto prioritario la educación, pero también esa educación vinculada con los problemas de la región, de tal manera que la universidad sea un foco de desarrollo”.
Por ello, indicó, el Área de vinculación es muy importante, y se han establecido relaciones con organizaciones e instituciones para el desarrollo en la región.
El Rector explicó que en la región de la Costa se hizo un censo hace un par de años en algunas de las comunidades más importantes y se registró que solamente una persona por comunidad identificada como afroamericana llegaba a ser profesional.
El índice de negros que logran estudios de licenciatura es muy bajo, indicó, y se busca que con esta universidad más personas tengan esa posibilidad en la región, sin tener que migrar, ya que quienes buscan realizar estudios superiores se tienen que ir a Acapulco, a Oaxaca, Los Cabos, Tijuana, que son lugares de recepción de gente de los pueblos negros.
Por ello se busca que no tengan que irse, que se queden en la región, que sigan fortaleciendo su cultura y, sobre todo que no se alejen de sus comunidades.
Reyes Cruz, miembro del movimiento afroamericano desde su nacimiento, refiere que el movimiento nace por iniciativa de un sacerdote de Trinidad Tobago enviado a una comunidad negra al que los negros de esa comunidad lo discriminan, no lo aceptan como sacerdote, porque estaban acostumbrados históricamente a sacerdotes blancos.
«Cuando el sacerdote católico Glyn Jemmott Nelson es rechazado por los propios negros, se motiva a iniciar el movimiento por el reconocimiento de los pueblos negros, y yo participo con el padre desde la formación del movimiento, y por eso es que ahora me invitan a ser el rector de la universidad”.
Glyn Jemmott Nelson es reconocido como impulsor del movimiento por la defensa de los derechos colectivos en México y fundador de los Encuentros de Pueblos Negros, cuyo primer encuentro se realizó en 1997 en la comunidad de El Ciruelo, de Santiago Pinotepa Nacional.
Reyes Cruz recalca que no hay otra universidad que reivindique los derechos de los pueblos negros. “En este momento, y nos lo han dicho los amigos colombianos, la Universidad es como un faro para Latinoamérica, porque a raíz de esto en Colombia ya están también hablando de crear una universidad con este espíritu.
“Tenemos la responsabilidad de hacer un buen proyecto, y pienso que en poco tiempo en Veracruz vamos a impulsar una universidad, también probablemente en el estado de Morelos, que son lugares donde hay una población afroamericana bastante importante.
«También están surgiendo movimientos académicos en Latinoamérica, y en particular en Colombia, en donde ya hemos tenido pláticas y están interesados en conocer el modelo, y también van a hacer énfasis en reivindicar su cultura”, explicó.
La Afrouniversidad tiene un 15 por ciento de estudiantes de Guerrero, y están haciendo convenios con algunos ayuntamientos, sobre todo la costa chica de esa entidad, para promover y difundir sus planes de estudios.
