Oaxaca de Juárez, Oax.- El Observatorio Ciudadano Comunitario del Agua y Medio Ambiente de los Valles Centrales de Oaxaca (OCCAMA) urgió al Gobierno del Estado y a la autoridad federal detener la destrucción de la reserva ecológica de la Cordillera Norte de los Valles Centrales.
La corrupción, la omisión y la falta de planeación urbana han puesto en riesgo durante las últimas cuatro décadas más de 60 mil hectáreas de biodiversidad en diez municipios oaxaqueños asentados en la Cordillera, advirtió.
El grupo de especialistas medioambientales y autoridades comunitarias agrupadas en 28 organizaciones civiles realizó el pasado 21 de noviembre la Jornada El Monte y la Ciudad: Hacia una Gobernanza para Conservar la Cordillera Norte de los Valles Centrales, en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
Ahí expusieron que el consejo asesor para el área protegida creado en 2023 es insuficiente para detener los incendios, plagas forestales, desecación, erosión, contaminación, desintegración social y productiva que ha afectado a la reserva.
“Es urgente que se convierta este consejo a la brevedad en un grupo de trabajo para toda la Cordillera y no se acentúe en los pueblos de la sierra la tendencia destructiva con la que la mancha urbana ha ido invadiendo el territorio”, planteó Mauricio del Villar, secretario técnico del Foro Oaxaqueño del Agua (FAO).
A su vez, Juan José Concejo, del Instituto de la Naturales y la Sociedad de Oaxaca (INSO), consideró necesario adquirir una perspectiva histórica sobre los más de diez mil años que llevan los oaxaqueños habitando la región y cómo en los últimos 50 años la explotación del suelo, el acelerado crecimiento y la imposición de una única forma de desarrollo puede anticipar un fin trágico a la ocupación de la reserva ecológica.
Durante la primera mesa de diálogo circular y debate, moderada por la investigadora e integrante del grupo operativo del Observatorio, Dominique Rivas Ponce, los participantes coincidieron en que en el tema ambiental también es respetar los derechos legítimos de posesión y propiedad de particulares, núcleos agrarios y comunidades, así como el derecho humano colectivo a un medio ambiente sano.
Asimismo sostuvieron un amplio consenso sobre la creciente evidencia documental de la vital importancia de la Cordillera Norte, por su gran patrimonio biocultural, su papel clave en el abasto de agua y la regulación climática, así como su potencial productivo, educativo, cultural y turístico.
En ella participaron Aurelio Fernández Fuentes, director del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Copruder); Rubén Langlé, representante del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS); Tzinnia Carranza López, presidenta de Espacio de Encuentro de las Culturas Originarias (EECO), y Salvador Anta Fonseca, coordinador de la Ciudad de México de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
También Jesús Cruz López, presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Pablo Huitzo, y los representantes de Bienes Comunales de San Miguel del Valle, quienes expusieron ejemplos de resistencia comunitaria para la conservación de su entorno, además de Aurelio Fernández Fuentes, director de Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder), quien relató su experiencia en la Sierra Norte de Puebla.
Ante ese panorama el OCCAMA hizo un pronunciamiento público y propuso un fondo metropolitano con participación pública, privada y social para desarrollar la conservación de la cordillera y atenuar las décadas de rezago en la atención oficial.
«La cordillera tiene que ser un componente central en la estrategia de abasto de agua para la zona conurbada de Oaxaca, lo que además permitirá desechar proyectos de transvase que el gobierno del estado ha propuesto recientemente a las nuevas autoridades federales”, coincidieron los participantes.