
El Auditorio Guelaguetza albergó a más de 12 mil personas que disfrutaron cada una de las presentaciones cuyos grupos no solo compartieron su música, danza, tradiciones, folclor y entusiasmo, sino también su “guendalezaa” -palabra zapoteca que significa ofrenda, regalo-, con productos de sus regiones que brindaron a quienes asistieron.
El gobernador Salomón Jara Cruz, la presidenta honoraria del sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Oaxaca, Irma Bolaños Quijano; la diosa Centéotl, Juana Hernández López, y representantes del Gobierno de México, de otros países y del ámbito cultural, económico y social admiraron el espectáculo.

El encuentro multicolor inició con el himno de las oaxaqueñas y oaxaqueños “Dios nunca muere”, de Macedonio Alcalá. Posteriormente la Diosa Centéotl, originaria de Santiago Juxtlahuaca, dio la bienvenida a los asistentes a la fiesta racial más importante de Latinoamérica.
Enseguida las Chinas Oaxaqueñas de Genoveva Medina, con el peculiar Jarabe del Valle arrancaron los aplausos y gritos de los asistentes; mientras Asunción Ixtaltepec, con el garbo de mujeres y hombres, presentó la elaboración de su alfarería y sones del Istmo.
Santiago Llano Grande animó al público con la Danza de los Diablos y Loma Bonita con el Son de la Iguana. San Pablo Macuiltianguis se hizo presente con el Torito Serrano y por primera vez en una celebración de los Lunes del Cerro asistió Santa Lucía del Camino, que mostró una tradicional ceremonia religiosa que data de más de 400 años.

La Rotonda de la Azucena retumbó con los sones y jarabes de Villa Hidalgo Yalalag, al igual que con la interpretación de Ejutla de Crespo; la Danza de la Pluma de Zaachila, con sus majestuosos penachos, y la delegación de Santo Domingo Tehuantepec, que expuso una boda tradicional.
Luego vino la esperada presentación de Flor de Piña por la delegación de Tuxtepec, que provocó el entusiasmo del público ante la danza de mujeres con huipiles multicolores.
Putla Villa de Guerrero lució con su tradicional carnaval con los reconocidos “tiliches”; junto con los tradicionales sones y jarabes de San Pedro Pochutla. El inigualable Jarabe Mixteco estuvo a cargo de Huajuapan de León, cuyo público se unió con el vaivén de sus sombreros y la interpretación de la “Canción Mixteca”.

Con sus picarescos sones y chilenas Santiago Pinotepa Nacional cerró esta presentación matutina en la que se disfrutó con un baile conjunto con todas las delegaciones.