Todo comienza con la representación prehispánica de la fiesta conocida como “hueytecuhilhuitl”, traída por los mexicas, en la que se realizaba un sacrificio en honor a Centéotl, diosa del maíz.
Durante la época colonial, con la llegada de los españoles, los rituales prehispánicos fueron sustituidos con una procesión en honor a la virgen del Carmen y un carnaval en el que participaban músicos y se presentaban bailes de marmotas, chinas oaxaqueñas, los zancudos de Zaachila y la “sierpe”, una serpiente gigante que recorría el lugar donde se realizaba esta fiesta.
En la época del México Independiente se realizaban los paseos de catrinas, charros, chinas oaxaqueñas y habitantes de la época; se muestran los diferentes grupos sociales y la forma como convivían, así como un tianguis con productos típicos.
De la época contemporánea se presentan los trajes de las mujeres y hombres de cada una de las ocho regiones de la entidad, los cuales muestran el garbo, orgullo, sencillez e identidad del pueblo oaxaqueño; el poema “¡Yo soy Oaxaca!» describió la riqueza cultural y tradicional de esta tierra, que es el corazón de México.
La muestra teatral terminó con la quema de fuegos artificiales, que marca el inicio de estas fiestas, orgullo de Oaxaca.
La primera presentación del Bani Stui Gulal fue en 1969, contó con la participación de 65 personas y con el paso de los años se enriqueció; en 2009 se suspendió y en este 2024, con el respaldo del Gobierno estatal, nuevamente se presentó para deleite de los espectadores.