De la Redacción
Ciudad de México.- «El porvenir tiene rostro de mujer», afirmó el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en entrevista con la periodista rusa Inna Afinogenova, de Canal Red Latinoamérica*, en vísperas del cambio de gobierno.
«Me faltan siete meses y días para dejar la presidencia. Soy partidario de la no reelección. También estoy contento porque cierro un ciclo. Hemos logrado, entre todos, desde abajo, una transformación del país; hay resultados», declaró el mandatario federal al ser cuestionado sobre su plan de jubilación.
«Está bien el relevo generacional, nos va a ir bien, el porvenir viene acompañado de la justicia. Y tiene rostro de mujer. Pero, además, no debe uno tener mucho apego, ni al poder ni al dinero», indicó el titular del Poder Ejecutivo, quien consideró que al cierre de su administración ya «cumplió su misión».
«Ya se contribuyó a la transformación de la vida pública del país. Me tocó a mí encabezar el movimiento pero esta lucha la iniciamos con la participación de mucha gente -indígenas, campesinos, obreros, intelectuales, mujeres, hombres-, hace cerca de 50 años», dijo.
En este sentido López Obrador manifestó que escribe su último libro político titulado «¡Gracias!», en el que hace un repaso de su lucha social hasta llegar a la presidencia del país, y que está dirigido principalmente a los jóvenes, porque «la política es un oficio noble, sublime, que permite al ser humano servir a otros».
«Ya se avanzó bastante en algo que es fundamental: el cambio de mentalidad. Nosotros llamamos a eso revolución de las conciencias; entonces, no es un movimiento de una vanguardia, de un grupo de dirigentes, mucho menos de un líder, es el movimiento de todo un pueblo, por eso están muy contentos», afirmó el político tabasqueño.
El Presidente confió en que a su salida va a quedar en «muy buenas manos la dirección (del país)». Su probable sucesora «(Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional) está más preparada que yo, habla inglés», indicó. «Es muy inteligente, yo apenas y terminé la licenciatura; ella es doctora, es una mujer con convicciones, con principios, honesta», la describió.
Mientras tanto, resaltó, en el país hay crecimiento económico, hay finanzas públicas sanas. el peso es la moneda que más se ha fortalecido, junto con el dólar. Casi no tenemos desempleo. Se están haciendo obras en México como no se están haciendo en otros países del mundo, como el tren maya.
Reformas con espíritu de
la Constitución de 1917
Cuestionado sobre las 20 reformas que propuso el pasado 5 de febrero, en el Día de la Constitución, y en vísperas de las elecciones presidenciales y para renovar al Congreso de la Unión, López Obrador consideró que «es el momento de recuperar lo que perdió la Constitución de 1917».
«La Constitución de 1917 es la más avanzada del mundo, reivindica el derecho de los campesinos a la tierra, las jornadas laborales de ocho horas, el salario mínimo, prestaciones que no existían durante el porfiriato y que llevaron a la revolución», indicó.
Actualmente, consideró, los jueces, los magistrados, los ministros, no se preocupan por impartir justicia, no les preocupa el pueblo; están al servicio de los que se creen dueños de los países, al servicio del poder económico.
«El PRI y el PAN, que son lo mismo, un bloque conservador, desde hace mucho tiempo empezaron a apoderarse del Poder Judicial. Fue parte de un acuerdo. Desde el principio querían engañar con la llamada alternancia. Ahora ya se quitaron la máscara, van juntos», dijo, en referencia a la coalición Fuerza y Corazón por México, que en alianza también con el PRD impulsan la candidatura presidencial de la panista Xóchitl Galvez López.
En este sentido Obrador reconoció el legado del oaxaqueño Benito Juárez García, porque «enfrenta a los conservadores, que estaban respaldados por la Iglesia católica» cuando propuso las leyes de reforma. «Juárez era anticlerical pero no antireligioso», aclaró.
Actualmente, dijo, más del 80 por ciento del pueblo mexicano es católico. Por eso, recordó, cuando Juárez propuso la separación de la Iglesia del Estado enfrentó una fuerte oposición de los gobernantes, pero puso a la venta las tierras del clero y generó intereses de terratenientes con los que finalmente logró la aprobación de las leyes de reforma.
«Medios de manipulación»
Respecto a la relación de su Gobierno con la prensa, López Obrador criticó la manipulación mediática y el uso de mercenarios para desacreditar a personajes públicos y malinformar al pueblo por intereses oligarquicos.
«El conservadurismo o la derecha en México y en el mundo se apoya mucho en lo mediático. Y eso hay que combatirlo porque sigue vigente la máxima de Goebbels -ministro de propaganda de Hitler- de que una mentira que se repite muchas veces puede convertirse en verdad», señaló.
«Y es lo que usan los dueños de los medios, que yo ya no les llamó de comunicación sino de manipulación, la mayoría de los medios. Hay honrosas excepciones, en México y en el extranjero», dijo.
«Acaba de pasar algo, por ejemplo, vino un periodista famosísimo, premiado (ganó dos veces el Pulitzer), del New York Times -que no deja de ser un pasquín al servicio de grupos de intereses creados-«, que hizo un reportaje al que tituló: «¿Recibió el presidente López Obrador apoyo del narco en el 2006? (que expone que el narco financió con dos millones de dólares en efectivo su primera campaña presidencial, según una investigación de la DEA en Estados Unidos que finalmente fue cerrada por falta de pruebas)».
«¿Qué periodista serio puede hacer eso? Es parte de la decadencia del noble oficio del periodismo. Le sirven mucho a la oligarquia, a los que se creen los dueños del mundo; son empleados, al final de cuentas mercenarios», criticó.
Asimismo el Presidente lamentó que organizaciones civiles que critican a su gobierno, como Mexicanos contra la Corrupción, dirigida por Claudio X. González, sean financiadas desde el extranjero, en este caso desde Estados Unidos. «Son muy injerencistas, es una manía. Pero hemos podido poner orden y demostrar que se manipula mucho», dijo.
¿Ha temido por su vida?
-Sí, pero no pienso en eso. Pienso que el que lucha por la justicia no tiene nada que temer. Al Presidente de México, hasta que llegamos nosotros, lo cuidaban ocho mil elementos del Ejército. Había un ejército de élite, que se llamaba Estado Mayor Presidencial. Desapareció. Si no aquí nos tendrían, no podríamos estar hablando.
Ahora hay una ayudantía, de 15 compañeros, que no son elementos de Policía, o la Marina o el Ejército. Ahora los del Estado Mayor están en la Secretaría de la Defensa, están para proteger al pueblo. Al Presidente lo cuida la gente. Y no hay nada que temer. No traigo carro blindado. No traigo escolta. Voy a todos lados.
Relación con EU, respetuosa
Sobre su relación con EU el Presidente dijo que esta ha sido respetuosa, aunque con diferencias como la migración respecto al tema del muro fronterizo y la forma de combatir a los carteles del narcotráfico, a quienes aquél gobierno pretendía nombrar como organizaciones terroristas para tener un pretexto para intervenir en México.
Sin embargo, expuso, hoy Estados Unidos enfrenta un grave problema de adicción a las drogas, pues el fentanilo mata a 100 mil jóvenes cada año. Y la solución, consideró, no es la violencia contra los cárteles, sino la prevención y ataque de las causas.
«¿Cómo se combate la violencia? Que los jóvenes no se vean obligados a tomar el camino de las conductas antisociales», dijo; por lo que su gobierno promueve programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, que emplea y da apoyo económico mensual a los beneficiados, además de seguro médico.
«Estado encubrió caso Ayotzinapa»
Al cierre de su administración López Obrador reflexionó que el cambio «es un proceso, era mucho el atraso. A mí me costó sentar las bases de la transformación. Por ejemplo, Ayotzinapa, el no encontrar a los jóvenes hasta ahora. No hemos dejado de buscarlos. Ya se ha castigado a quienes han participado. Pero lo más importante es encontrarlos. Y en eso estamos.
«Esa sería una asignatura pendiente, que me dolería no resolver. Pero todavía tenemos tiempo, y vamos bien. Fue una maraña. Cuando dicen que ‘fue un asunto de Estado’, sí, fue un asunto de Estado. Pero no porque el Estado haya mandado u ordenado desaparecerlos, sino porque el Estado encubrió».
«En vez de informar lo que había sucedido, culpar a los responsables, inventaron la llamada ‘verdad histórica’. Incluso encubrieron cuando tenían que haber castigado desde el principio. Y por eso se hizo más difícil, más doloroso para los familiares. Y también más susceptible a la manipulación política», dijo.
En este sentido el Presidente criticó la actuación de «la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que no me da nada de confianza, porque son muy tendenciosos, y son de derecha, están al servicio de las oligarquías, y de los gobiernos de derecha».
Finalmente López Obrador manifestó que el logro que más orgullo le da de su gobierno es «el haber reducido la pobreza a pesar de la pandemia».
*Canal Red Latinoamérica es un medio de comunicación que opera en Chile, Argentina, Ecuador, Uruguay, Bolivia, Paraguay y México.