Con la abstención de Estados Unidos, Rusia y Reino Unido, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución sobre el conflicto palestino-israelí que se convierte en la primera que aprueba desde que comenzó la actual crisis bélica, el pasado 7 de octubre.
Con 12 votos a favor y tres abstenciones, el máximo órgano encargado de velar por la seguridad internacional acordó llamar a todas las partes involucradas a que se abstengan de privar a la población civil de la Franja de Gaza de servicios básicos y de la asistencia humanitaria indispensable para su supervivencia.
Además pide la liberación inmediata de todos los rehenes de Hamás, así como pausas humanitarias prolongadas y la creación urgente y ampliada de corredores humanitarios en todo el enclave para salvar y proteger la población civil.
Esas pausas deben durar “un número suficiente de días” para permitir “el acceso humanitario pleno, rápido, seguro y sin trabas” de las agencias humanitarias de las Naciones Unidas y sus asociados como el Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias, indica el documento.
Asimismo, plantea, esas pausas humanitarias deben servir para facilitar el suministro continuo, suficiente y sin obstáculos de bienes y servicios esenciales importantes para el bienestar de la población civil, especialmente de los niños, en toda la Franja de Gaza, como electricidad, combustible, alimentos y agua potable, así como reparaciones de emergencia de infraestructuras esenciales.
Además deben servir para el rescate y la recuperación urgentes de los desaparecidos entre los escombros de los edificios dañados y destruidos, así como para la evacuación médica de los niños enfermos heridos y sus cuidadores.
El documento también exige “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes retenidos por Hamás y otros grupos, especialmente los niños, y que se garantice el acceso inmediato de la ayuda humanitaria”.
La falta de una condena a Hamás y la ausencia de un alto el fuego sostenible fueron las razones que Washington y Moscú esgrimieron, respectivamente, para no sumarse a la resolución.
Francia, China, Malta, Emiratos Árabes Unidos, Albania, Brasil, Ecuador, Gabón, Ghana, Japón, Mozambique y Suiza votaron a favor.
La resolución, que fue presentada por Malta, exige que todas las partes cumplan las obligaciones que les impone el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario, en particular en lo que respecta a la protección de los civiles, especialmente de los niños.
El 7 de octubre un ataque de Hamás mató a mil 200 israelíes, lo que fue seguido por una respuesta de Israel que hasta ahora ha provocado la muerte de más de once mil palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
La ONU continúa trabajando en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto palestino-israelí.