De la Redacción
Ciudad de México.- A tres días de que el huracán “Otis” devastó la ciudad y puerto de Acapulco, Guerrero, la población sobrevive sin agua, comida y servicios básicos como energía eléctrica, teléfono e internet, además de insumos como la gasolina, lo que dificulta el transporte para buscar alimento.
La desesperación comienza a apoderarse de los afectados, quienes ven que la ayuda gubernamental tarda en llegar, por lo que algunos han saqueado comercios en busca de insumos básicos para sobrevivir, aunado a la rapiña que se registró desde que comenzó la emergencia.
Si bien algunas personas buscaron agua y comida en los anaqueles de las destruidas tiendas , otras se llevaron colchones, estufas, refrigeradores y televisores, aún cuando la mayor parte de la ciudad continúa sin luz. Y por las noches la situación se torna más difícil.
Debido a la tormenta las estaciones de gasolina quedaron anegadas, por lo que la falta de combustible dificulta transportarse y ha impedido a los turistas arriesgarse a salir ante la posibilidad de quedar varados a medio camino.
Además de que la carretera federal resultó afectada por los deslaves provocando la incomunicación terrestre, y el aeropuerto y los helipuertos dañados han dificultado el tránsito aéreo.
La crisis humanitaria es grave, sin que se advierta una coordinación y comunicación eficaz por parte de las autoridades para auxiliar a las personas.
Hasta el momento la cifra oficial de muertos continúa en 27 víctimas. Aunque el levantamiento de cadáveres tardó, y se presume que hay otros por ser encontrados.
Los hospitales han sido rebasados para la atención de los heridos por “Otis”, por lo que decidieron atender solo emergencia. Hay gente con fracturas y lesiones mayores cuya familia espera información sobre su evolución, mientras intentan satisfacer sus necesidades básicas.
Además, trascendió que en algunas colonias aún hay gente sin ser rescatada, atrapada entre escombros, por lo que el panorama es desolador y los acapulqueños están desesperados, en una lucha a muerte por sobrevivir.