Ciudad de México.- El huracán “Otis”, de categoría 5, impactó a la ciudad y puerto de Acapulco, Guerrero, a la medianoche del martes, dejando daños materiales de consideración e incomunicando a varias poblaciones, por lo que el Ejército declaró el plan DNIII.
Según registros del Servicio Meteorológico, desde 1966 no se registraba un fenómeno de tal intensidad, que en esta ocasión alcanzó los 270 kilómetros por hora, con rachas de viento de 360 kilómetros por hora, con las que tocó tierra dejando estragos a su paso.

Caminos, helipuertos, torres de telefonía y comunicación, hoteles y hospitales, así como viviendas en general, fueron afectados por la fuerza de la naturaleza. El río Papagayo se desbordó y la Autopista del Sol y la carretera federal quedaron bloqueadas debido a deslaves.
Debido a la fuerza de la tormenta algunos turistas se refugiaron en los clósets o baños de los hoteles. Algunos de ellos lograron transmitir vía redes sociales su temor y posterior rescate de alguno de esos lugares, antes de que se fuera la luz antes de las 23:00 horas de ayer.
Ante esta catástrofe natural las autoridades habilitaron albergues e instalaron varios centros de acopio de medicinas, alimentos y otros productos básicos para ayudar a los damnificados.
Hasta el mediodía de este miércoles Acapulco seguía sin servicio de energía eléctrica, teléfono e internet. Y sin que alguna autoridad emitiera un informe oficial de los daños.
Alrededor de las 14:00 horas se informó que la circulación vehicular se había reanudado en la vía federal, no así en la Autopista del Sol.
Este miércoles “Otis” se degradó a tormenta tropical. En medio de la tragedia un sismo de magnitud 4.4 se registró a las 00:06 horas, a 28 kilómetros de Zihuatanejo. Chilpancingo es el único municipio que se mantuvo con servicio de comunicación telefónica.