Janet Gónzalez
Oaxaca de Juárez, Oax.- «¿En qué momento se nos permitió vivir esto? Y, lo peor, ¿cómo es que lo seguimos aceptando?», se cuestionó la periodista Yolanda Peach al ver la transmisión en vivo del abuso en contra del reportero Álvaro Cuitláhuac López y su familia perpetrado el viernes por elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO).
En el marco de un operativo en la Prolongación de Galeana, en inmediaciones de la Central de Abasto, agentes estatales amenazaron, irrumpieron sin orden judicial en su casa, detuvieron y golpearon al periodista Cuitláhuac López y a su familia.
«¿Es esto lo que nos espera a todos los que, como él, nos atrevemos a contar lo que pasa en este estado? Cuitláhuac solo hacía su trabajo, grababa y documentaba lo que estaba ocurriendo en su casa, el mismo derecho que muchos de nosotros ejercemos todos los días», indicó Peach, integrante del Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores.
A través de su red social, la periodista advirtió que «en un país donde las desapariciones, las injusticias y la violencia se realizan bajo el silencio cómplice de la oscuridad, ¿cómo podemos asegurarnos de que la verdad se cuente si no es en tiempo real?».
Señaló que si Álvaro no hubiera grabado y documentado el abuso de poder, tal vez su caso no hubiera trascendido a la opinión pública. Sin embargo cuestionó si es este el nuevo periodismo, grabar en vivo para protegernos de la impunidad.
Insistió en el exceso de fuerza, sin mandato judicial, en un operativo sin transparencia y con mucha violencia, con un periodista detenido y liberado sin el protocolo correspondiente, porque nunca fue puesto a disposición de alguna autoridad.
«¿Quién necesita un debido proceso cuando se puede hacer todo a la antigua, sin complicaciones legales? Antes, obvio, lo golpearon, lo amenazaron veladamente mientras se regodeaban de que lo iban a ‘tablear’ y recordando la vez que mataron a alguien y no pasó nada. Le robaron sus celulares y sus identificaciones. Un detalle tan simple como esto: robarte tu identidad.
«Y luego, por supuesto, el comunicado de la Fiscalía. ¡Qué clase de cinismo! “Vamos a investigar”, ¿A investigar qué? ¿Por qué no se menciona que la detención nunca debió ocurrir? ¿Por qué no admiten que, en lugar de ofrecer justicia, lo que ofrecieron fue un espectáculo de abusos de poder? ¿Cuál mandato judicial? ¿Era orden de aprehensión o cateo? ¿De cuáles hechos se dio cuenta que no participó?», indicó la comunicadora, quien formó parte de la Asociación de Periodistas de la Información Policiaca (API).
Asimismo expuso la difusión de rumores en redes sociales sobre presuntos vínculos del periodista detenido con el narcotráfico o el tráfico de migrantes. «No puedes callarlo, pues lo desacreditas. Esto no es nuevo. Los periodistas en Oaxaca aprendimos a convivir con el miedo, con la incertidumbre, con esa sensación de que cualquier día puede ser el nuestro. El poder de la verdad es una amenaza para los que no quieren que se vea lo que pasa. Y, aunque ellos crean que intimidarnos, callarnos o pegarnos nos va a frenar, no es así. Si hoy le tocó a Álvaro mañana puede ser cualquiera de nosotros.
«Aquí, en Oaxaca, nos siguen arrebatando el derecho a informar, a cuestionar, a ser la voz de los que no tienen voz. Y si no lo decimos nosotros, ¿quién lo hará?», preguntó Peach respecto a la actuación del personal de la FGEO, encabezada por Bernardo Rodríguez Alamilla, bajo el gobierno del morenista Salomón Jara Cruz.