Ciudad de México.- La Cámara de Senadores aprobó el miércoles la reforma a los artículos 4 y 27 de la Constitución mexicana para conservar y proteger a las 59 razas de maíces nativos.
El dictamen fue respaldado con 97 votos a favor y 16 en contra en lo general; y 88 votos a favor y 17 en contra en lo particular.
Entre las modificaciones a la Carta Magna destaca la protección de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y su manejo agroecológico, así como la promoción de la investigación científica-humanística, la innovación y los conocimientos tradicionales.
La reforma también plantea que el Estado promoverá las condiciones para el desarrollo rural, cultural, económico y de salud, así como los cultivos tradicionales con semillas nativas, en especial el sistema milpa, para el óptimo uso de la tierra, libre de cultivos de maíz genéticamente modificado.
Asimismo, se debe priorizar la investigación, innovación, conservación de la agrobiodiversidad y asistencia técnica, fortaleciendo a las instituciones públicas nacionales.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, Adán Augusto López Hernández, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), dijo que “el maíz es el mayor de nuestros orgullos”, siendo México un pueblo cuya alimentación está basada en el consumo de este grano.
“Lo que se está discutiendo más allá de la ciencia, el dogma, el transgénico o el maíz nativo, en realidad es la historia de nuestro México”, consideró.
El también morenista Gerardo Fernández Noroña señaló que la oposición quiere apoyar a industrias privadas que buscan acabar con nuestro maíz, en contra del interés de la patria. «Aquí, en la Cámara de Senadores, estamos para defender la salud del pueblo de México y ustedes están defendiendo a empresas transnacionales”, subrayó.
Su compañera de partido, Ana Lilia Rivera Rivera, afirmó que la protección de este grano y sus productores en la Constitución es un acto de soberanía. La reforma, indicó, garantiza que las decisiones sobre el producto nacional se tomen en función del bienestar de México y no de las grandes corporaciones agroindustriales.
Sin embargo, el panista Miguel Márquez Márquez expuso que la mayor parte del maíz que sigue importando México para cubrir su demanda es transgénico, por lo que consideró esta reforma como una “incongruencia”, en este sentido propuso dar también certeza jurídica en la Constitución al maíz híbrido, que es natural, resistente a los diversos climas del país y da más rendimiento a los productores mexicanos.
La priista Mely Romero Celis externó que su grupo parlamentario está de acuerdo con la modificación constitucional, pero subrayó que deben restaurarse los apoyos para los pequeños y medianos productores del país, pues la actual administración los “ha abandonado”, lo cual, acusó, ha provocado que aumenten las importaciones del grano y haya bajado la producción nacional.
Juanita Guerra Mena, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), consideró fundamental reconocer y proteger al maíz nativo ante las amenazas que representa la modificación genética de los granos y la importación del maíz transgénico. Además, destacó la necesidad de proteger la soberanía alimentaria, la biodiversidad y el manejo agroecológico.
Maki Esther Ortiz Domínguez, también del PVEM, consideró que las exposiciones de los senadores de oposición no tienen un argumento científico bien cimentado. “Hay que leer no sólo los artículos que favorecen nuestro discurso, sino tambien los otros que no lo favorecen para tener una idea verdaderamente científica”, porque pueden llegar a los ciudadanos y hablar de la falta de conocimiento que tenemos aquí de la verdadera ciencia, dijo.
La senadora petista Ana Karen Hernández Aceves aseguró que con este proyecto se sientan las bases para implementar una política agrícola, con el propósito de priorizar la producción nacional de granos y reducir la importación de los transgénicos, para asegurar que el maíz que se consume sea un producto nacional.
A su vez, Amalia Dolores García Medina, de Movimiento Ciudadano, expresó que tanto el cambio climático, la degradación de los hábitats, la contaminación y los mecanismos para la modificación genética son aspectos que ponen en situación de riesgo la biodiversidad y la salud de la población, por lo que es indispensable la implementación de medidas que garanticen la preservación de la diversidad biológica.
Los senadores panista Ricardo Anaya Cortés y priistas Rolando Zapata Bello y Ángel García Yáñez presentaron reservas que fueron rechazadas por la asamblea.