Agradeció a todas las personas involucradas en dichos trabajos y el apoyo de los Institutos Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (Inpac), pues se restauraron y sustituyeron los corredores norte, sur, este y oeste, las arcadas que tenían grietas, así como las cuarteaduras de los muros y liberación del enladrillado en la zona de criptas.
«Esta restauración no solo es un esfuerzo para preservar la arquitectura de este espacio, sino también por garantizar que siga siendo un lugar de encuentro entre el pasado y presente”, dijo.
El titular del Inpac, Fernando Molina Herbert, señaló a su vez que esta rehabilitación representó diversos retos que se superaron satisfactoriamente, gracias a los esfuerzos conjuntos del Gobierno del Estado, INAH y la ciudadanía en conjunto.