Ciudad de México.- México y Ecuador rompieron relaciones luego de que el primero asilara al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas Espinel en su Embajada y, por órdenes del actual mandatario, Daniel Noboa Azín, la Policía de ese país irrumpiera en la sede diplomática mexicana para arrestarlo, violando así la Convención de Viena.
«Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, por lo cual he instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador», informó al respecto el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en su cuenta de X.
El canciller mexicano Roberto Canseco relató que “a riesgo de mi vida defendí el honor y soberanía de mi país. ¡Esto no puede ser!, ¡es increíble que haya sucedido algo así! Estoy muy preocupado porque puedan matarlo (a Glas). No hay ningún fundamento para hacer esto. Estábamos por salir y de repente nos encontramos con policías, con ladrones que entraron en la noche en la Embajada”.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, informó que pidió a todo el personal diplomático que abandone Ecuador y adelantó que México acudirá a la Corte Internacional de Justicia para “denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al derecho internacional”.
Asilo de México era «ilegal», justifica Ecuador
Glas estuvo en la cárcel seis años por asociación ilícita por el caso Odebrecht. También fue sentenciado a ocho años de prisión por cohecho en el llamado caso Sobornos, en el que se le acusa de formar parte de una red de corrupción, durante el gobierno de Rafael Correa, en la que negociaba aportaciones de empresas multinacionales para el partido Alianza País.
Además era investigado por presunto peculado en el caso Reconstrucción de Manabí, al ser acusado de desviar 368 millones de dólares que habían sido destinados a zonas afectadas por el terremoto de 2016.
El ex funcionario correísta alegó ser perseguido político, por lo que solicitó asilo en la Embajada de México.
El Gobierno de Ecuador emitió un comunicado en el que indica que «ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político. Jorge Glas ha sido condenado con sentencia ejecutoria y contaba con ejecución de captura emitida por las autoridades competentes».
Por ello el presidente Noboa justificó que, «al haberse abusado de las inmunidades y privilegios concedidos a la misión diplomática que alberga a Jorge Glas y conceder un asilo diplomático contrario al marco jurídico convencional se ha procedido con su captura. Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad».